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Recuerdo de Solferino

                   por Henry Dunant

 

 

Prólogo, por Alexandre Hay

Recuerdo de Solferino, por Henry Dunant

Propuestas de Henry Dunant: la semilla y los frutos, por Hans Haug

Convenio de Ginebra del 22 de agosto de 1864 para el mejoramiento de la suerte de los militares heridos en los ejércitos en campaña

Traducción: Sergio Moratiel Villa

 

J.-Henry Dunant (1828-1910)

 

 

Prólogo

 

La Cruz Roja presta, desde hace más de un siglo que existe, protección y asistencia a los seres humanos desamparados.

 

En tiempos normales, al hombre, que generalmente vive en una sociedad organizada, lo protegen las leyes; para subsistir, encuentra recursos en su entorno. Pero, en caso de conflicto armado, en caso de catástrofe natural, la sociedad se desorganiza, se pisotean las leyes, se perturba el medio ambiente natural, corren peligro la seguridad, la salud, incluso la vida. Entonces, la Cruz Roja hace lo posible para proteger y asistir a quienes son víctimas de tales calamidades.

 

Con unos muy modestos comienzos -un pequeño grupo de cinco personas que logra la aprobación de un corto Convenio de diez artículos para proteger a los heridos de guerra y para proporcionarles la necesaria asistencia material- la Cruz Roja ha llegado a ser, en unos 120 años, un Movimiento universal que, junto con el Comité Internacional, está integrado por 130 Sociedades nacionales, agrupadas en una Federación mundial: cerca de 250 millones de miembros. El derecho internacional humanitario (los cuatro Convenios de Ginebra de 1949 y sus Protocolos adicionales de 1977) se ha desarrollado considerablemente y hoy tiene más de seiscientos artículos, para garantizar la protección de los seres humanos en circunstancias diversas; la asistencia material, es decir, los socorros que la Cruz Roja distribuye, supone gastos por varios millones de dólares cada año, asistencia de la que se benefician innumerables personas, y que alivia sus sufrimientos, tanto en tiempo de guerra como en tiempo de paz.

 

La Cruz Roja sigue su dinámica interior, el ideal de humanidad expresado en la acción concreta, que ha conquistado al mundo evidenciando, así, que no está vinculada a una época, a una raza, a una religión o a una cultura. El sufrimiento es universal, y la Cruz Roja se esfuerza por proteger y asistir, en todas las partes, a todos los que sufren.

 

El punto de partida de todo esto es la pequeña obra que el lector tiene ahora mismo en sus manos. Escrita por Henry Dunant entre 1859 y 1862, tras una traumatizante experiencia personal en el campo de batalla de Solferino, ha inspirado a los fundadores y a las sucesivas generaciones de miembros de la Cruz Roja universal. ¡Ojalá suscite, aún en nuestros días y en un mundo presa de la violencia, movimientos de humanitarismo y de generosidad que demuestren, como hicieron en 1859 los habitantes de Solferino, que «todos somos hermanos»!

Alexandre Hay

Presidente del CICR